31 de marzo de 2009

Abre tus alas


A mí me gusta aprender mínimo una cosa nueva cada día. Creo que es muy importante que sepamos un poco de todo y que es divertido estar lleno de datos curiosos que muchas veces hacen reír a la gente. Pero hay veces en las que después de un día lleno de clases donde me bombardean con información siento que pude haber aprendido aún más. Esto porque simplemente ese día no aprendí nada de mi mismo, y ese tipo de aprendizaje es el que más debemos valorar. Pero bendito sea Tlaloc, este último fin de semana tuve oportunidad de compensar esos días con 24 horas de constante descubrimiento donde comprobé muchas y aprendí muchas más. Este es sólo un pequeño resumen.

Recordé que puedes irte a la cama lleno de energía habiendo comido solo un poco de cereal, un poco de pan, colmillos enchilados y una bebida energética en todo el día.

Me di cuenta de que a quien menos le pedimos permiso es a nosotros mismos.

Vi que de verdad la cantidad no tiene nada que ver con la calidad.

Recordé que entre gente de confianza se puede compartir hasta lo que ya estuvo en la boca de alguien más.

Descubrí que la persona más grande no es necesariamente la más fuerte.

Aprendí que los paliacates pueden hacer maravillas.

Recordé que no necesitamos las palabras para comunicarnos y vi que un simple roce de una mano puede decir muchas cosas.

Me percaté de cuanto me ha ayudado de verdad todo el ejercicio que hago.

Sentí como mi paciencia se agotaba y aprendí que sí tiene un límite.

Probé una de las naranjas más dulces que he comido en mi vida.

Fui testigo de un reencuentro de una tierra aparentemente perdida.

Me recordé a mi mismo que puedo llegar a ser muy cruel con la gente que quiero.

Robé sueños, escondí otros, olvidé el mío, ayude a encontrar uno, me interpuse en el camino hacia otro y al final recapacité en todos los golpes que esas batallas dejaron.

Fui argentino.

Me di cuenta que mientras más preparado mejor.

Aunque también descubrí que el más preparado no es necesariamente el mejor.

Recibí una probadita de la axción.

Recordé mi amor por la mayonesa y descubrí que un sándwich sin mayonesa no merece ser llamado sándwich.

Aprendí a imponer retos, cambiar reglas y dar instrucciones.

Pero sobre todo aprendí que aún me falta mucho por aprender.

Así que es hora de que abra mis alas y vaya más lejos. Es momento de ver hacia adelante y no solo planear, es menester aterrizar. Bien dicen que el conocimiento es poder, por eso yo quiero saber más y asi poder hacer más. Realmente quiero poder ir al lugar donde se encuentra esa fracción de conocimiento. Quiero poder ir a volar al lado de todas esas águilas y algún día ayudar a que muchos más abran sus alas y emprendan su propio vuelo.

22 de marzo de 2009

Cumpleaños Feliz


Hace 20 años (más 4 días y unas cuantas horas) inhalé por primera vez el oxigeno presente en la atmósfera de nuestro planeta Tierra. A partir de ese día, y como es tradición en casi todo el mundo, cada año celebro de alguna u otra manera el aniversario de mi llegada al mundo. Mis primeros cumpleaños fueron toda una fiesta. Mi madre gastaba grandes cantidades de dinero en fiestas que eran tanto de ella como mías. Pero a los dos años eso no me importaba mucho, yo solo disfrutaba de los regalos, payasos, dulces y juegos. Después llegaron los clásicos festejos en preescolar dentro de la misma escuela con tus compañeros de clase. En primaria los cumpleaños eran momentos de escape de la escuela. En la secundaria eran momentos de escape de tus padres. Es aquí donde comienzo con el conteo de mis últimos festejos.

Hace cinco años llegaron mis “quince primaveras” (nunca me ha gustado como se oye) en dos ocasiones. En horario de la ciudad de México cumplí quince años en un avión, pero en horario del otro lado del charco cumplí quince años en las tierras de la Reina Elizabeth. Mis quince años fueron celebrados al lado de muchos de mis amigos por quince días en diferentes partes de Europa. [Cumpleaños ganador hasta el momento]

Hace cuatro años recuerdo haber ido a comer a un lugar llamado McDonald’s con mis nuevos amigos de la prepa, después me disponía yo a seguir festejando con los de la secundaria. Fue en ese momento cuando recibí una llamada de mi madre diciéndome que siempre sí nos iríamos de viaje y que debía ir en ese preciso instante a la casa a preparar mi maleta para irnos a una playa llamada Huatulco. El viaje fue bueno, pero trunco mis planes de festejo.

Hace tres años la verdad no hice gran alboroto. Por las fechas hubo un divertido viaje a Six Flags y una visita con un muy buen amigo, el Señor de las Piñas, a un colorido pueblito en el estado de Veracruz.

Hace dos años, cuando cumplí la mayoría de edad, el plan era una taquiza con amigos cercanos. Realmente pretendía ser reunión de los papás de mi nuevo grupo de (muy buenos) amigos. También esperaba yo viejos amigos de la secundaria. No estuvo mal la reunión, pero pasaron muchas cosas que no la dejaron ser la fiesta que pretendía ser. El día exacto de mi cumpleaños tengo buenos recuerdos de dos de mis mejores amigos, el Señor Filosofal y mi Mejor Amiga, sentados a mi lado en el cine. Siempre han estado conmigo y por eso nunca los olvidaré.

Hace un año mi cumpleaños coincidió con las maravillosas vacaciones de Semana Santa. Esto dio paso a lo que parecía ser un prometedor viaje a Puerto Vallarta. El viaje resultó no ser tan divertido, el mal clima y un poco de desinformación frustraron el viaje. El día de mi cumpleaños lo pasé sobre un navío poco estable en un mar muy alborotado. Esto dio como resultado el no desembarcar en una playa, el tener que asolearme en el último piso del barco, y en muchas personas mareadas (lo cual no olía muy bien). Lo que rescató el día fue una abundante comida en Chilli’s, donde la mesera me regaló un brownie con helado por motivo de mi cumpleaños. Una cena inolvidable al lado de mi querida Princesa, mi respetada Reina, y el buen Pimo.

Este año me dispuse a celebrar por una semana entera mis veinte años. El viaje comenzó con un viaje a la playa (ver Memorias Playeras - Cuyutlán) desde viernes hasta el lunes. El martes fui con amigos a un bar cercano a recibir mi cumpleaños. El staff del bar fue muy considerado y me dio como regalo un trago llamado Arcoiris. Muchos abrazos y fotos después era hora dormir un poco antes de seguir con las festividades. El miércoles, día exacto de mi cumpleaños, fui a tener una plácida comida con los mismos y otros amigos. Posteriormente fuimos a casa de una amiga a partir el pastel y jugar un poco. El Jueves fue día des descanso para todos, solo un pequeño brindis entre amigos. El viernes fue el día de la sorpresa mayor. Secuestrado por tres amigos, vendado de los ojos y sin idea de qué esperar gritaba yo “¡¡¡AUXILIO!!!” cada vez que alguna ventana bajaba. La verdadera sorpresa fue el recibir un abrazo de alguien aparentemente extraño. Era la Princesa que llegaba a la ciudad que me educa para pasar a mi lado los últimos días de festejo. Ese día fuimos a comer juntos y a ver una película muy aclamada en los últimos premios de la academia. El sábado tuvimos un activo día en el zoológico de la ciudad y después una abundante cena en un lugar llamado Outback. El día de hoy la Princesa ha regresado a la ciudad donde yo vivo sólo 2 meses de todo el año pero igual llamo hogar. Sin duda, uno de los mejores festejos que tendré por motivo de mi cumpleaños.

Gracias a mi Princesa por haber venido, a la Reina por haberla dejado, a la Mujer de Hojalata por idearlo, al Águila por conspirar, a la Damisela por su cooperación, al Caribeño por su ayuda, y al resto de los amigos por haber celebrado a mi lado este cumpleaños.

20 de marzo de 2009

¿Son cafés?

Mucha música, mucho ruido, muchos amigos, algunos tragos... y creo que un enanito vestido de Superman. La noche transcurrió como cualquier otra noche de fiesta. Desde pantalones de vestir y camisas bien almidonadas hasta vestidos ajustados y esos tacones altos que tanto les gustan (y odian al final de la noche) las mujeres. Bien me han dicho que siempre hay algo por que brindar, y esa noche no fue la excepción. Todo salió de maravilla, todo mundo se divirtió, y eventualmente llegó el momento de regresar a nuestras casas. Igual como llegué a su casa antes de la velada, ambos estábamos de regreso horas más tarde con una pequeña botella de whiskey de regalo.

El cansancio nos mataba, y siento ya un nuevo día ella me dijo "¿por qué no te quedas?". Teníamos una historia, sí, pero el pasado no importaba ya. En ese momento, sólo queríamos dormir. Nos preparamos un poco, ella se metió en su pijama de confianza y fue al baño para quitarse el escaso maquillaje que llevaba. Yo comencé a pensar que sería mejor, el sillón de dos plazas, el de tres plazas, o la cama desnuda del otro cuarto ahora vacío. Fui a lavarme la cara antes de decidirme por uno de los sillones. Pero una su voz me detuvo diciendo "¿A dónde vas? Aquí hay espacio". Era verdad, yo sabía que ambos cabríamos, pero aunque el pasado no importaba tampoco quería sobrepasarme.

Seguí sus palabras hasta su cuarto, puse mis zapatos negros a un lado y subí a la cama. Ahí estábamos los dos, recostados uno junto al otro. Ya no había luz que nos dejara ver claramente, solo el escaso reflejo de la luna que se colaba por la ventana. Ella giró sobre si misma dándome la espalda, tomó mi brazo y lo pasó sobre su cintura. Me acerqué un poco y la abracé con fuerza. Sentí un beso en mi mejilla y minutos más tarde me quedé dormido, sonriente.

Mucha luz, era el sol quien ahora se metía por entre las cortinas. El mundo cobraba vida de nuevo y nosotros ahí estábamos recostados en la misma posición. Juntos despertamos y ella salió de la cama mientras yo me quedé sentado sobre las sábanas. "¿Son cafés?" dije en voz alta, ella me volteó a ver y pregunto de qué hablaba yo. "Son cafés, creí que había tomado los calcetines negros". Ambos reímos sin al instante, en ese momento no había nada más en que pensar.

Media hora y otro beso en la mejilla más tarde estaba yo parado esperando el autobús que me llevaría a mi casa. Cuando subí, ojos me miraban de manera extraña, creo que era por mi ropa. Mi camisa azul y mis zapatos negros contrastaban entre la joven en ropa deportiva amarilla y el señor en short, tennis y playera. No tardé en llegar al departamento. Al abrir la puerta encontré a otro de los habitantes sentado frente al televisor comiendo cereal. Tranquilamente volteó a verme y dijo "Oh, llegaste temprano".




Dedicado a la Damisela en Apuros

16 de marzo de 2009

Crónicas Playeras - Cuyutlán

¿Y si nos vamos a la playa? Claro, quien le diría que no a la exquisitez de estar sentado a la orilla del mar, un trago frío en la mano, la brisa del mar en tu cara, y el sol brillante haciendo que tu piel se torne un poco más oscura. En esta primera entrega de las “Memorias Playeras” les relataré algunas cosas sobre mi más reciente visita a una playa. Más adelante les iré contando de otros puertos cuya arena ha dejado una huella en mí… para cambiar un poco el sentido de la oración.

Cuyutlán es tan solo un pequeño pueblito cerca de Manzanillo. El plan era ir a comenzar ahí los festejos de la semana en la que me tornaba yo un año más viejo. La idea era que se juntara ahí el viejo grupo de amigos de la prepa, aquella gran bola con la que tuve tantas aventuras, siete hombres y tres mujeres. De las tres sólo una hubiera podido ir, obviamente sola era más que difícil que el permiso llegara. De los hombres, el Señor Casado lleva perdido bastante tiempo y no se ha dignado a dar señales de vida; el Señor de las Piñas lamentablemente tenía planes previos con la familia que no pudo cancelar; otro ha quedado distante; el Señor de las Alturas decidió satisfacer sus propias necesidades materiales; el Señor Filosofal tuvo complicaciones de fuerza mayor que le impidieron asistir; y el último, el Chamaco, el menos aventurero y el más ñoño, fue quien se lanzó en esta aventura hacia tierras desconocidas junto conmigo. Éramos tres en ese coche, el tercer miembro del escuadrón es el Caribeño, un extranjero que se apareció en mi vida al inicio de la universidad y que me ha acompañado desde entonces.

Después de unas cuantas horas de viaje, y muchas canciones ochenteras llegamos al pueblo que nos prometía 4 días de fiesta con barra libre por una módica cantidad. Pero lo que realmente me brindó este viaje fue una oportunidad más para acercarme a dos amigos y compartir con ellos un poco de sol. A nuestra llegada, sólo queríamos dormir después de una semana muy pesada, por lo que nos recluimos en el bungalow número dos a descansar. La verdadera aventura comenzó el segundo día. Salimos a dar una caminata por la playa, ver que encontrábamos antes de entrar al mar. De entre todo lo que vimos, lo más perturbador fue una gran tortuga muerta (creo que encalló o algo así) ya tostada por el sol y siendo atacada por una gaviota. Después de un dramático lapso ecológico donde solté mi irá contra todos aquellos que matan especies en peligro de extinción decidimos que era hora de entrar al mar. Las olas eran bastante fuertes, nos arrastraron por la orilla en varias ocasiones y yo casi me ahogo en una, pero nada contra lo que no pueda luchar. Jugamos con las olas por un par de horas hasta que nuestros cuerpos cansados demandaban oxígeno y un poco de sombra. Después de un poco de comida y un buen baño salimos a la terraza, y acompañados de unos tragos sabor limón nos sentamos al lado de la alberca a platicar mientras el sol se ponía y el show empezaba. Muchas horas (y tragos) más tarde caminábamos por la playa iluminada solo por la luna hasta que un sujeto nos paró. Decía ser “surfo” y salvavidas, y nos pedía de manera muy florida que le tuviéramos respeto al traicionero mar y no nos metiéramos de noche. Lo oímos con toda la atención que pudimos y después de vagar un poco más, decidimos que era hora de regresar al bungalow a dormir.

En el tercer día decidimos expandir nuestras aventuras hasta la ciudad de Manzanillo. Debido a los estragos del día anterior (y madrugada del mismo) nos encaminamos hacia Manzanillo ya entrada la tarde. Llegamos a un restaurant de mariscos donde satisficimos nuestros antojos por mariscos y después pasamos a visitar a otros amigos a su hotel. Estuvimos un rato en la alberca con Mr. Chip y su familia, la Bebé y mi Mejor Amiga (así la llamaré porque simplemente no hay otra forma de referirme a ella). Una vez que el sol se metió por el Pacífico sólo nos despedimos y emprendimos el viaje de vuelta a Cuyutlán. Ahí pasamos el rato hasta que el sueño nos venció. Al despertar, decidimos que era hora de regresar a la tierra que nos vio partir con la piel más clara. Al volante, pude recordar lo que se sentía pisar el acelerador y descargar la poca ira que quedaba con el resto de los conductores. Ahora de vuelta creo que he comenzado la semana de una manera espectacular. Ahora depende de la gente a mí alrededor el que mi sueño de una semana cumpleañera se cumpla.

12 de marzo de 2009

Uno de estos días

Uno de estos días me despertaré cuando mi cuerpo lo decida.
Uno de estos días comeré lo que se me antoje.
Uno de estos días simplemente no haré tarea.
Uno de estos días ayudaré al amigo resagado.
Uno de estos días construiré todo yo.
Uno de estos días simplemente no haré nada.
Uno de estos días pensaré en en el futuro.
Uno de estos días dejaré ir al pasado.
Uno de estos días disfrutaré al presente.
Uno de estos días visitaré a los olvidados.
Uno de estos días demostraré amor a quien se lo merezca.
Uno de estos días dejaré hablar a la voz que necesita ser escuchada.
Uno de estos días tomaré al toro por los cuernos.
Uno de estos días sacaré la basura acumulada.
Uno de estos días me revelaré contra el sistema.
Uno de estos días escaparé de la nube de smog.
Y después... uno de estos días la besaré y le diré lo que siento por ella.

9 de marzo de 2009

Herido

Hoy me ví partícipe de una plática que surgió realmente de la curiosidad de dos buenas amigas. Una preguntó, una corroboró, y ambas se alimentaron de los jugosos chismes de mi vida amorosa. Por alguna razón que desconosco, terminaron picando una vieja herida. Pero me alegré mucho al ver que esa herida ha cicatrizado por completo. En su lugar ya sólo hay una cicatriz que siempre me recordará aquella lección aprendida de la peor manera posible.

Pero el motivo por el que ahora escribo al respecto es que la maravillosa reproducción aleatoria decidió seguir rascando esa cicatríz con canciones que no pudieron ser más oportunas. Cuando mi reproductor me juega estas bromas, lamento el día que mi Águila favorita me contagió con su maldición. La canción que aquí les presento se llama "Herida", interpretada por un grupo chileno de unas feminas en años adolescentes (en es eentonces). Es algo despechada, pero también habla sobre el seguir adelante. Espero les agrade la letra.

=Herida=

Me he dado cuenta que duele menos cuando existe la fe
Me he dado cuenta que todo puede cambiar con el amor
Quisiera poder volver, quizás no estar más en ti
Te pido que me comprendas
Te pido tiempo para empezar
Quisiera poder crecer, quisiera poder cantar
Llorar al verme caer
Pero ponerme de pie otra vez
Y en un segundo después
Dejar los miedos en un cajón
Quisiera volver a Dios
Y entonces volver a mí

Perdida
Que quieres que haga por mí?
Herida, herida a bala
Me está matando tu forma de amar
Herida, Herida de amor

Te estás buscando una guerra
que deja una huella en mi corazón
Te estás clavando una espina
que deja una herida en mi corazón
cuál camino es mejor
cuál no te hace sufrir
Cómo te hago entender
Que no me conozco
y menos a ti

Quisiera poder volver
Sentarme sobre un reloj dejar el tiempo correr
Y ver que pasa entre los dos
Mirarte sin reclamar
Amarte sin pedir más amor
Quisiera volver atrás
Oh Oh Oh Oh Oh

A veces me siento triste
Un poco cansada
Y es como si nuestro propio amor
Nos alejara más y más
Los escenarios me deprimen
Y las luces me ciegan
¿Tú crees que esto es fácil para mí?
¿Tú crees que se para esa soledad
si más encima no te tengo?
Yo creo que no...
Yo creo que no...


Estas animadas jovencitas también tienen una canción llamada "Maldita Amiga", que habla sobre aquellas traiciones amorosas entre amigos (te suena conocido Texanboy?). Esta canción me gusta mucho y la pondría aquí también, pero creo que sería regresar a sentimientos ya superados. Además de que lo último que quiero son más problemas.



Pensamiento extra: Para tí, la que se escapó, realmente espero seas feliz.

8 de marzo de 2009

El Origen del Amor

Hace ya un par de añor tome un curso llamado "Filosofía". La verdad es que al inicio ese curso me pareció irrelevante para mi futura formación académica, pero era inevitable llevarlo. La forma en la que el curso fue impartido fue algo nuevo para mí, tal vez no muy productivo ya que cansidero que no aprendí mucho. Pero lo poco que se quedó en mí se quedó bien grabado, y estoy muy orgulloso de ellos. Acontinuación les presento uno de mis trabajos. Creo que fue el único que realmente me emocionó hacer.


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=El origen del amor=

Hace mucho mucho tiempo, antes de que los grandes filósofos pudieran especular sobre la existencia de los seres, el mundo estaba lleno de seres simples de pocas ocupaciones y mentes tranquilas. Dos tipos de seres habitaban esta tierra, parecidos pero a la vez tan diferentes. La apariencia de sus cuerpos variaba poco, pero su forma de pensar difería de gran manera. Todos en esta tierra se preguntaban que era esa extraña sensación en su interior que mantenía pensativa a su existencia. Desde hace ya un tiempo un grupo de seres se había reunido en banquetes con el fin de resolver este misterio. Siempre se formaba un debate entre dos grupo que discutían sobre lo que creían y sobre lo que realmente sabían. Un grupo de seres alegaba que esa extraña sensación era un interés en seres que tenían exactamente la misma apariencia. Y el otro grupo difería, puesto que creían que ese extraño interés iba dirigido hacia seres con apariencia diferente. Conforme los soles pasaban, ambos bandos buscaban una solución al debate sin llegar a ningún lado. Los argumentos crecían, las voces se alzaban, y el resto de los seres desconcertados aguardaba por una respuesta. Un día un nuevo grupo llegó al banquete. Un grupo formado por ambos tipos de seres, todos unidos en paz, acompañándose y ayudándose los unos a los otros. El banquete tomó el curso de siempre con la reaparición del debate, con los argumentos de siempre, los problemas de siempre y la espera de siempre. Pero luego un ser del nuevo grupo se levanto e hizo señas pidiendo calma y silencio. Una vez que su petición fue cumplida comenzó a hablar. “Este tercer grupo de seres ha rondado por el mundo en busca de una razón a su existencia y a una explicación para esa sensación que todos tenemos dentro. Por medios naturales se nos ha enseñado a aprender y ahora venimos a enseñarles a ustedes lo que sabemos y creemos. Nosotros hemos encontrado la diferencia entre sus argumentos, la llamamos justificación. Ambos creen cosas diferentes, sin embargo, ambos se limitan a saber lo mismo. Nosotros decimos que no importa el tipo de ser, sino que tan fuerte es la sensación en nuestro interior”. Y ante los ojos de todos los presentes, seis seres caminaron al frente y se separaron en parejas: una pareja de un tipo de seres, una pareja de otro tipo de seres, y la última pareja con tipos diferentes de seres. Los seis seres alzaron sus voces y dijeron que esa extraña sensación era un “sentimiento”. Todos hablaban de lo fuertes que estos “sentimientos” eran y de cómo esos “sentimientos” los habían llevado a encontrar al ser que completaba cada pareja. Posteriormente, bajo un nuevo cielo, cada pareja se unió en un fuerte abrazo y formaron un lazo nunca antes visto entre dos seres del mismo o de diferente tipo. Para sorpresa de todos, tres nuevos seres se presentaban ahora frente a ellos. Cada ser, de forma esférica, tenía dos cabezas, dos pares de brazos y dos pares de piernas. Estos nuevos seres se quedaron parados ahí en su etérea existencia, irradiando felicidad, nacidos de la fuerte unión entre dos seres. El amor había llegado al mundo.


Basado en la epistemología platónica y en el diálogo platónico “El Banquete”. Con influencias de la película “Hedwig and The Angry Inch”

-o-

Espero hayan disfrutado un poco de esta historia. Y les recomiendo mucho la pelicula mencionada al final. Es algo excentrica, loco y desajustada a los estandares de muchas personas; pero si dejan sus prejuicos de lado por un par de horas podrán ver el valioso mensaje y muchas buenas canciones.

M.

5 de marzo de 2009

Cuando la tormenta se acerca

Parado ahí, aparentemente solo, el viento en la cara y la visión de grandes nubes a lo lejos. Desesperación es lo que siento en momentos como éste en los que no puedo hacer mas que esperar a que la tormenta llegue y trate de tirarme con toda su fuerza. Lamentablemente desesperación es uno de los sentimientos que se han hecho comunes en mí por varios meses ya. Creo que nada me preparó de verdad para estos momentos. Cuando me dijeron que sería dificil, no creía que fuera tan cierto; cuando me decían que flojera, para mí no significaba nada; y cuando vi las estadísticas, no les hice caso. Dudas, inseguridad, miedo y demás fases fueron visitadas por mi alma, pero hay que recordar que la esperanza muere al último.



Awesome Storm Cloud Pictures, Images and Photos


La esperanza es lo que nos ayudará a mantenernos de pie cuando esa tormenta llegue. Esperanza es lo que nos empujará en momentos de debilidad. La esperanza es tan importante que hasta un ser muy querido por mí portaba ese nombre con todo el orgullo del mundo. La esperanza muere al último, y es menester que siempre tengamos bastante en nosotros. Hay que recordar que, aunque no parezca, hay gente a tu alrededor que no te dejará estar solo y te podrá dar esperanza cuando la necesites. Siempre habrá alguien que te diga sí se puede, tú puedes lograrlo, o tú llegaras al final. A esas personas hay que apreciarlas mucho y cuidar de ellas, algún día también necesitarán de la esperanza que tú les puedes dar y podrás retribuirles lo que hicieron por tí.

Hace poco más de un año alguien a quien considero, de alguna u otra manera, una persona muy sabia me dijo una frase que se ha mantenido en mi mente: no preocuparse, si ocuparse. Esa es la manera de luchar contra la tomenta, hacer algo al respecto. Recuerden estas palabras y piensen en qué pueden hacer. Yo regreso a prepararme para el momento en que las primeras gotas de la tormenta lleguen a mí, estoy ocupado.

2 de marzo de 2009

El lugar donde las leyendas mueren

¿Qué es =El lugar donde las leyendas mueren=?
Pues en algún episodio de una serie llamada "Gilmore Girls", el personaje de Lorelei Gilmore se refiere por este nombre al hecho de ir al baño y pues hacer lo que uno va a hacer a ese lugar. Pero para mí es el nombre de este blog donde descargaré mi ira, mis sentimientos, pensamientos perdidos, nuevas ideas, videos, canciones, depreciones y proposiciones, y muchas otras concepciones de mi (algo retorcida) mente.

¿Quién soy yo?
Pues yo!... jeje. El nombre bajo el que escribiré será Marco Mo. Este personaje es amante de la música y el cine; adicto a la tecnología y el queso; estudiante dedicado y responsable; buscando cosas nuevas que ver, oir, oler, tocar y probar; pero más que nada, siempre en busca de nuevas cosas que aprender.

¿Qué puedes esperar?
La verdad es que ni yo lo sé, simplemente éste será el punto final de todas aquellas cosas que queden resagadas en mi mente y que sea hora de sacar.

Sin más por el momento, les prometo postear constantemente... Marco Mo