26 de febrero de 2010

Maldito sistema de salud


Si, el sistema de salud en México es un asco, pero creo que eso ya todos lo sabemos. Es por eso que les contaré sobre el sistema de salud del país en el que me encuentro ahora, Canadá. Hace aproximadamente un mes tuve un resfriado que por un par de días me hizo sentir pañal usado. Durante un día entero, solo salí de la cama para ir a clases, comer y el inverso de esté último. Decidí llamar a la compañía de seguros para que me consiguieran una cita para el doctor. Debido a que el fin se semana se acercaba solo me pudieron conseguir cita hasta el lunes.

Dicho día llegó y fui en búsqueda de la dirección que me habían dado. El momento en que me bajé del metro en el centro de la ciudad me dí cuenta que no sabía el nombre del doctor, ni de la clínica, solo la dirección. Supuse que al llegar me encontraría con algún letrero que me revelaría esta información, así que caminé en busca del lugar. Al llegar me acerqué al mostrador y dije "aaahhh... creo que tengo una cita acá". La señorita amablemente sonrió y me pidió mi nombre. Después me dijo que esperara unos momento ya que había llegado 15 minutos antes de la hora de mi cita. Cuando pasé con el doctor le expliqué mi gripa. Él paso 20 minutos explicándome la diferencia entre una gripa por infección y un resfriado común. Al final dio para lo mismo, me dio recetas con medicamentos para los dos casos, ya saben, por si las dudas. Debo decirles que me sentí muy complacido con el servicio. Todos con los que hablé fueron muy atentos, todo muy limpio, y no pagué nada. Conclusión: mi compañía de seguro si sirve.

La segunda vez que requería del servicio de salud canadiense no fue tan bueno. Lo que pasó ahora fue que uno de mis brakets se despegó y pues para que mis dientes no se desalinearan decidí repetir el protocolo para asistencia médica. Llamé a la compañía de seguro sólo para descubrir que mi tratamiento dental no lo cubría ya que comenzó antes de contratar este seguro. Me pareció muy razonable y ya esperaba esa respuesta, pero pensé que no perdía nada con intentarlo. Después de eso otro braket se despegó mientras comía, así me dediqué a buscar algún lugar para la compostura.

Descubrí que dentro del campus había un lugar de Dental Care para estudiantes, por lo que me dirigí a él para preguntar en cuanto me iba a salir la insignificante intervención médica.
Llegué al lugar, me acerqué al mostrador, pregunté, me respondieron y tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no gritarle a la señorita HAZME EL CHINGADO FAVOR. Me pude contener porque sabía que no era culpa suya. Ella solo tuvo la amabilidad de ver la tabla de precios y decirme que por no tener el seguro de la universidad el chistesito me saldría en 70 dollares, más los 59 que el doctor cobra por la consulta, pero que no me preocupara y que solo me cobraría 70 dolares. Cuando me dijo que si quería agendar una consulta solo sonreí y le respondí "gracias pero creo que después regreso". Salí del lugar y decidí que no pagaría tanto por dos pinches brakets.

Por el momento ando en busca de otros lugares con la esperanza de que me cobren una cantidad mucho menor por el mismo procedimiento. Si no, haré uso de esa creatividad que solo los mexicanos tenemos y creo que terminaré pegándome los brakets con cola-loca. Al fin y al cabo, solo tienen que aguantar un par de meses en lo que llego a México y pueda ir con mi dentista.

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