20 de febrero de 2010
Dont Stop Me Now
Para quien no lo sabe aún, acá en Canadá se están llevando a cabo los juegos olímpicos de invierno. Vancouver 2010 ha sido todo un relajo para los canadienses. Por todos lados se encuentran carteles con los atletas olímpicos, se vende el "uniforme oficial" de los atletas, y todos se han vuelto locos por los dichosos guantes oficiales del equipo olímpico de Canadá [con un costo de 10 CAD en Zellers]. Pues después de ver tanto relajo, un grupo de amigos y yo decidimos lanzarnos a la ciudad de Vancouver para disfrutar de la semana de vacaciones que nos da la universidad, y que curiosamente coincidió con el inicio de los juegos olímpicos de invierno.
El plan era directo de Calgary a Vancouver toda la noche del jueves para llegar el viernes 12 a la inauguración. Llegamos temprano y directo al departamento de una amiga que nos hizo el favor de albergarnos por un par de días para que no tuviéramos que pagar hotel. El viernes la ciudad se volvió loca, no hay otra forma de decirlo. Por todos lados había gente con banderas de diferentes países, bandas callejeras, infinidad de idiomas se oían en el aire, fuegos artificiales, y cantidad de gente increíble. Comenzó a llover, pero eso no detuvo a la gente de seguir con el festejo. En todo restaurant, bar, teatro, pub, cantina, hotel, y casa se estaba viento CTV y esperando el inició de la inauguración. Yo asistí a un teatro (gratis) y en una pantalla gigante vi como en BC Place llegaba la antorcha, a Nelly Furtado cantando, al único mexicano participando, el minuto de silencio por el atleta que falleció el día anterior practicando luge (imágenes muy impactantes debo decir), y toda una serie de actos espectaculares. Al final tuvieron un par de problemas técnicos, pero de todos modos fue memorable. Al finalizar la ceremonia, mis amigos y yo corrimos hasta donde estaba el fuego olímpico en la calle y a continuar el relajo. en una sola palabra, increíble.
Los siguientes días los dedicamos a conocer la ciudad. Vaya que hay mucho que ver en Vancouver. Caminamos por el puerto en un día despejado, nos mojamos bajo la lluvia al ir al Stanley Park, tomamos un ferry para conocer la costa, pasamos por un concierto de franceses, recorrimos el bosque en puentes colgantes, conocimos una presa, y aún así nos faltó bastante por hacer. Después de 4 días en Vancouver comenzamos el viaje de regreso. La primera parada fue en Kelowna. Llegamos a un hostal donde nos recibieron muy amablemente. Salimos a cenar y a jugar bolos. Al otro día por la mañana recorrimos un poco el pueblo y retomamos el viaje de regreso.
La siguiente parada fue Revelstoke. Este pequeño pueblo la verdad es que no aportó mucho a nuestro viaje cultural ya que es un lugar meramente para ir a esquiar. Terminamos llendo al cine a ver Valentine's Day (se las recomiendo). A la siguiente mañana partimos hacia Lake Louise. Al llegar paramos en el Fairmont Chateau para ver las esculturas de hielo. El hotel tiene vista directa del lago congelado donde puedes patinar. en medio dle lago hay una gran escultura de hielo de un castillo. Y por si eso no fuera suficiente, la vista de las montañas es simplemente impresionante. De Lake Louise pasamos a Banff.
En Banff National Park llegamos los Hot Springs. Básicamente es una alberca con agua de manantial a 39ºC que previamente fue enfriada porque el agua viene directamente del interior de la Sulphur Mountain. Fue divertido, pero de verdad que estaba muy caliente. Pasamos la noche en Banff y al otro día nos dedicamos a conocer el pueblito y a comprar unos cuantos souvenirs. Pasamos a las Bow Falls, una cascada congelada donde pudimos caminar sobre el río congelado y tomar bastantes fotos. A medio día seguimos con el viaje de regreso para estar en Calgary antes de que cayera la noche.
Una semana viajando que de verdad recordaré toda la vida.
Algo para... para...
para Canada,
para tomar fotos,
para viajar
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