17 de enero de 2010

Un paso a la vez

Pues una semana más ha pasado en mi nuevo hogar Canadiense. Esta semana estuvo llena de sorpresas, comenzando por el hecho de que fue mi primer semana de clases en esta universidad. Mi primer shock fue llegar a una clase y encontrarme con el hecho de que éramos más de ochenta alumnos. En general todo el sistema es diferente a lo que yo estaba acostumbrado. En una materia no tendré exámenes parciales ni tareas, solo tendré pequeños exámenes rápidos cada viernes y un examen al final del semestre. Cada maestro tiene una manera muy particular de dar su clase, creo que eso se ve en todos lados, pero acá de verdad que son muy diferentes.

Esta semana fue una locura para mí, académicamente hablando. Principalmente debido a que la revalidación de mis materias en México se ha visto afectada por conflictos de horarios y sobresaturación de alumnos en ciertas clases. Como pude me las arreglé para meterme en clases sin estar inscrito y hablar con los profesores, pero aún así no me quisieron meter a las clases que ya estaban llenas. Y metiéndome a tanta clase creo que lo más difícil al inicio fue averiguar donde estaban los salones y aprender a llegar a ellos sin estar en el exterior. También esta fue la semana de ingeniería, donde se supone que hubo muchas actividades solo para ingenieros. Yo la verdad nunca me encontré con nada, solo veía carteles por todos lados pero nada de gente reunida ni nada.

Por otro lado, la vida afuera de los salones es muy diferente. Los jueves son los días en que el bar que está dentro de la escuela se convierte en lo que los mexicanos llamaríamos un antro. La música estuvo bien y fue muy divertido pasar un rato con mis nuevos amigos. Lamento admitir esto, pero la verdad es que hizo falta un poco de reggaeton o algo más movido. Toda la noche fue de electrónica, hip-hop y unos cuantos pop hits... pero hizo falta sabor, jajaja. Lo más curioso de la noche es la llamada "pants down song". Lo que sucede es que hacia el final de la noche el DJ pone "Don't Stop Believing" de Journey y todos los hombres (y algunas mujeres) se bajan los pantalones y comienzan a cantar con mucho sentimiento y a saltar por todos lados. Fue muy gracioso cuando lo vi, y creo que me hubiera freakeado mucho si no me hubieran contado desde antes sobre la dichosa "pants down song".


El viernes decidimos salir del campus e ir al centro de la ciudad a un club, pero la verdad no fue tan divertido a pesar de ser toda una reunión de mexicanos (5 mexicanos!!!). Tuvimos que esperar afuera del club por bastante tiempo con mucho viento y temperaturas bajo cero. Una vez adentro pasamos una buena noche bailando, a excepción por el par de peleas que hubo en la pista. No estuvo tan mal, lo único que estuvo muy mal fue el precio de las bebidas. Decidí sentirme patriota y pedí una Corona, y debo decir que es la cerveza más cara que me he tomado en mi vida... 7 pinches dolares. En general el alcohol aquí es muy caro. Por ejemplo, yo esperaba ver el Tequila un poco caro, pero no esperaba que una botella de José Cuervo Especial costara 40 dolares en la licorería. En el supermercado todo es caro, pero en especial el alcohol y las frutas.

Pero bueno, la secadora ha terminado su ciclo y es hora de que guarde toda mi ropa. El cuarto de lavandería del edificio tiene una sala de espera con televisión que el día de hoy he descubierto que es perfecto para concentrarme en escribir. Pronto escribiré de nuevo sobre algunas otras cosas aparte de la escuela.

=P

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